Esta molécula podría ser un nuevo biomarcador de estas patologías, ayudando en su diagnóstico y evolución.
Un inédito estudio llevaron a cabo investigadores chilenos al descubrir una nueva forma de combatir las enfermedades inflamatorias intestinales, una afección crónica que provoca inflamación e hinchazón en el tubo digestivo o pared intestinal, y generar síntomas como calambres abdominales, sangrado, pérdida de peso, diarrea, fiebre, entre otros. Hasta la fecha, el desarrollo de las patologías como la Colitis Ulcerosa y la Enfermedad de Crohn, son ocasionadas por múltiples factores (genéticos, ambientales y locales), pero que aún no están completamente determinados, por lo que su causa continúa siendo casi desconocida. Sin embargo, tras cinco años de investigación, el estudio realizado en 150 pacientes, y desarrollado en conjunto por la Clínica Las Condes, el Instituto de Ciencias Biomédicas y los servicios de Gastroenterología de la Universidad de Chile y Católica, pudo, y por primera vez en el mundo, caracterizar la presencia de la molécula ST2 en pacientes que padecen la enfermedad inflamatoria intestinal. De esta manera, pudieron comprobar que esta proteína, que se produce naturalmente en el organismo y que actúa como un receptor para la respuesta inmune, se encuentra de manera elevada en los pacientes. Este hallazgo, explica el investigador participante del estudio y gastroenterólogo de Clínica Las Condes, Rodrigo Quera, permite tener a la molécula como un nuevo biomarcador de la enfermedad y a partir de ello, en el futuro poder definir el desarrollo, evolución y tratamiento de la enfermedad que se gatilla a partir de los 30 y 40 años de edad, y que tiene un segundo peak a partir de los 60 años.
Mejorar calidad de vida
“Actualmente, para el diagnóstico se utilizan exámenes radiológicos y endoscópicos con biopsias, estos últimos procedimientos muy invasivos. Sin embargo, con este biomarcador sería posible añadir al conjunto de exámenes de sangre requeridos, uno especial en el que se mida la presencia de esta proteína a nivel sanguíneo, y en caso de ser necesario, se daría paso a un examen más invasivo”, explica el especialista.
Este hallazgo es importante, señala, debido a que si bien estas patologías no tiene altas cifras de mortalidad, sí lo tienen en cuanto a morbilidad, provocando un gran impacto en la calidad de vida y genera consecuencias como un alto ausentismo laboral (producto de las recaídas) y “un costo económico muy elevado porque los medicamentos son costosos”, indica Quera.
Por ello es que el equipo a cargo del estudio se acaba de adjudicar un proyecto Fondecyt, para continuar avanzando en esta investigación con el objeto de establecer nuevas vías inmunológicas para tratar la enfermedad.
Para el investigador, llevar adelante este tipo de investigación es primordial puesto que son patologías que han ido creciendo en el último tiempo. Si bien señala que no hay cifras de prevalencia en la población, explica que “han ido aumentando notoriamente. Los países mientras más desarrollado, mayor es la prevalencia”, indica.
Noticia de: www.df.cl