Una revisión publicada en American Journal of Gastroenterology revela que la acupuntura sería más efectiva que los fármacos para el colon irritable en algunos ensayos clínicos, mientras que en otros no superaría a la versión placebo. “Es difícil interpretar el resultado de la revisión”, dijo el autor principal, Eric Manheimer, del Centro de Medicina Integral de la Facultad de Medicina de la University of Maryland. Por ahora, “la evidencia es equívoca”, aseguró.
El síndrome de colon irritable (SCI) es un trastorno digestivo que causa brotes reiterados de calambre abdominal, distensión abdominal, diarrea o constipación.
No es lo mismo que la enfermedad intestinal inflamatoria, que es un término paraguas para la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, dos trastornos digestivos graves que lesionan el interior del colon.
En muchos casos, el SCI se puede tratar con cambios alimentarios, antidiarreicos, laxantes o suplementos con fibra, según corresponda. Pero, en otros casos más graves, se usan fármacos como alosetrón (Lotronex) y lubiprostona (Amitiza). A veces, los médicos indican bajas dosis de antidepresivos, ansiolíticos o antiespasmódicos.
Pero esos medicamentos suelen tener una efectividad limitada y causar efectos adversos.
¿EFECTO PLACEBO?
Existen dos opciones terapéuticas no farmacológicas que en ensayos clínicos mostraron su utilidad en algunos pacientes: la terapia cognitiva conductual y la hipnosis.
Unos pocos estudios empezaron a evaluar la utilidad de la acupuntura. El equipo de Manheimer determinó que, hasta ahora, los resultados son contradictorios.
Los autores hallaron cinco ensayos que habían comparado la acupuntura “real” con una versión “placebo” de la técnica medicinal china. Uno de esos ensayos reveló que la acupuntura real tenía el mismo efecto que la versión placebo cuando los pacientes calificaban los síntomas o la calidad de vida.
Por otro lado, cinco estudios de China habían identificado en los pacientes mejores resultados con la acupuntura que con ciertos fármacos, como algunos antidiarreicos, antiespasmódicos y antiinflamatorios.
Pero en ambos tipos de estudios, el equipo detectó limitaciones.
En los ensayos que habían comparado la acupuntura con ciertos medicamentos, los pacientes habían sido convocados en hospitales especializados en la medicina tradicional china. “De modo que influían sus expectativas” en una mayor efectividad de la acupuntura, explicó Manheimer.
En los ensayos realizados con la versión placebo de la técnica, los grupos tendían a ser pequeños, lo que habría reducido la posibilidad de detectar beneficios mínimos reales.
Además, ¿cuándo es óptima la versión placebo de la acupuntura? En algunos estudios, eso incluiría la colocación de agujas en la piel en puntos del cuerpo que no son los que se utilizan en la acupuntura, mientras que en otros sería utilizar agujas que no penetran la piel.
“No se sabe si todas esas versiones (placebo) son inertes”, dijo Manheimer.
Dos de los cincos ensayos revisados habían incluido una versión placebo que podría haber provocado efectos biológicos reales. Pero el equipo sostiene que eso no explica por qué los otros tres estudios no hallaron beneficio alguno.
Manheimer consideró que sería útil que los próximos estudios comparen la acupuntura con otros tratamientos y se realicen sobre una población más general de pacientes con SCI que en los ensayos de China.
Fuente: http://www.publico.es/431032/hallan-pruebas-contradictorias-de-efectivid…